Actividad
3: LA HORA DEL CUENTO
En esta
actividad hemos tenido que escoger entre una de las tres estrategias para
contarles un cuento a los niños de las que se explican en el tema:
cuentacuentos, narración con libro o lectura del cuento.
Después
de haberme leído el tema me decidí por trabajar la narración con libro. Las
otras dos estrategias me gustan también y pienso trabajarlas en el aula, pero
el libro que he escogido se presta más, en mi opinión, a ser contado mediante
la narración con libro.
Antes
de comentar mi elección y la experiencia en clase, voy a dar unas pinceladas de
lo que es la narración con libro para basarme en ello. Es la técnica más usada
en infantil y consiste en contarles el cuento a los niños apoyándote en las
imágenes. Es una técnica relativamente fácil, si la comparamos con por ejemplo
el cuentacuentos, pero el narrador debe haberse leído la historia antes de
presentársela a los niños y casi haberla memorizado, ya que así conseguirá que
los niños se fijen en las ilustraciones y disfruten de la historia, que es el
objetivo final.
En mi
caso escogí el libro “La ovejita que vino a cenar” que me parece un libro
divertidísimo y que le da la vuelta al típico personaje del lobo de los
cuentos. El libro lo conocí hace unos meses cuando fui a una librería a
comprarle un cuento a una compañera profesora de infantil del cole para que lo
incluyese en su librería personal. Pienso que es uno de los mejores regalos que
le puedes hacer a una profe: un libro para su colección de libros para leer a
los peques. Bueno, enseguida me enamoré del libro y compré dos ¡uno para ella y
otro para mí!
Tiene
unas ilustraciones preciosas, llenas de colorido y atrayentes para todos,
pequeños y mayores, que consiguen que sigas la historia sin necesidad de leerla,
que era mi objetivo. Además, la historia te engancha y te divierte siendo a la
vez innovadora ya que te hace ver al lobo diferente a lo que estás acostumbrado
en todas las historias, pero no os lo voy a decir para que os leáis el libro.
Pues
eso, una vez escogido el libro me puse a leerlo una y otra vez durante el fin
de semana anterior para aprendérmelo. Busqué en youtube gente que se lo leía a
sus hijos o que lo contaba mediante la estrategia de cuentacuentos, lo cual me
ayudó para enriquecer mis ideas de cómo leerlo. Una vez me lo aprendí más o
menos, se lo conté a mi madre para que me dijese que le parecía.
Pues
con el libro bien aprendido y practicado, decidí que la edad a la dirigiría
sería tres años. Como trabajo en un cole de profe de inglés de 5 años, le pedí
a mi compi, la del regalo, que si me dejaba hacer una práctica en su clase, así
que practiqué una última vez el jueves con una clase de 3 años, lo que me
encantó y me ayudó muchísimo de cara a la sesión presencial.
Y con
esta mochila llegué a la clase con Irune para contarles el cuento a mis
compañeras. Tuvimos que dividirnos en grupos de tres intentando que en todos
los grupos se trabajasen todas las estrategias. El problema fue que solo dos
personas habían trabajado el cuentacuentos por lo que solo dos grupos la
disfrutarían y yo tuve la suerte de que en mi grupo estaba una de ellas, por lo
que en mi grupo se trabajaros las tres estrategias: cuentacuentos con Natalia,
lectura con libro con Olga y narración con libro conmigo.
Comencé
yo con mi libro que Natalia conocía pero Olga no. Les dije que lo había
escogido porque me parecía diferente y divertido, y que lo había preparado para
niños de 3 años. También les dije que estaba algo nerviosa y me daba un poco de
vergüenza porque no las conocía, pero la verdad es que una vez que empecé a
contarlo se me olvidó todo.
Les
conté el cuento poniendo voces diferentes a los personajes ya que como eran
solo dos (el lobo y la ovejita) no llevaría a error a los niños. Mientras que
lo iba contando iba haciendo gestos y sonidos como la llamada a la puerta o
tocarme la tripa porque el lobo tenía hambre. También les iba preguntando
cuando decía el libro “la ovejita tiritaba de frío: brrrr brrr” ¿cómo tiritáis
vosotras? O que tenía hipo, a ver vuestro hipo… así se metían más en la
historia.
Una vez
acabé de contarlo se me olvidó comentar las preguntas que haría, pero yo había
pensado hacer preguntas que no fuesen muy al detalle ya que el objetivo era que
disfrutasen. Serían preguntas tipo: ¿os ha gustado la historia?, ¿qué os ha
parecido el lobo?, ¿os gustaría ir a cenar sopa de verduras a casa del lobo?,
¿qué es lo que más os ha gustado?...
Feedback
de las compañeras
A las
dos compañeras les encantó el libro y cómo lo había contado. Natalia ya lo
conocía pero Olga, que no lo conocía, me dijo que había conseguido que ella se
metiese en la historia completamente, así que seguro que los peques de 3 años
se metían también.
Les
había gustado como las había hecho participar tiritando o haciendo el sonido
del rugir de las tripas… porque eso las había enganchado más aún al cuento,
pero Natalia me dijo que para el sonido del portazo igual era mejor que diese
un golpe en la mesa, lo que me pareció una idea genial.
También
me comentó Natalia que en algunos momentos se parecían mucho las voces de la
ovejita y el narrador, por lo que debo practicarlas más o simplemente no hacer
voces. Pero por lo demás me dijeron que les había encantado y que se notaba que
había practicado y que trabajaba con niños.
Mi
valoración
Cuando
leí la actividad que teníamos que hacer me entró algo de miedo ya que estoy
acostumbrada a contarles cuentos a los peques tanto en castellano como en
inglés, pero hacerlo a compañeras me daba vergüenza. Tanto es así que, aunque
la asignatura me coincide con otra decidí ir a clase tan solo por no grabarme y
me alegro un montón de ello ya que me encantaron tanto los cuentos de Irune
como los de mis compañeras.
Pienso
que la actividad la he trabajado mucho y me salió bastante bien. Yo me sentí
muy cómoda y me vi contando el cuento con soltura. La disfruté mucho y he
aprendido muchas cosas como que la lectura de un cuento no es tan fácil como la
gente se cree, que requiere una lectura previa por nuestra parte al igual que
una preparación. También debemos saber que los libros se leen con la entonación
que usarías al hablar, ya que muchas veces leemos los cuentos entonando de una
manera rarísima que no ayuda para nada a la comprensión. Esto me recuerda a la
entonación que tienen muchos periodistas de las noticias, que consiguen que no
te enteres de nada.
Pues
eso, gracias Natalia y Olga porque me encantaron vuestros cuentos, y a ti,
Irune, gracias porque al final he disfrutado y me ha encantado la actividad.